Aunque no haya escrito nada, no creáis que sigo en Cádiz, desde final de agosto, estoy aquí. El mes de septiembre, un poco rollo, exámenes , preparación del nuevo curso... , pero ya más relajada.
Ya hemos comenzado nuestra vida normal. He vuelto a ver a mis amistades y volvemos a la rutina diaria, que ya se echaba de menos, aunque mis clases y mis manualidades no empezarán hasta octubre.
La vida social ha comenzado. El domingo mi amiga Gizela, una extraordinaria anfitriona, nos invitó a una comida venezolana junto a un grupo de amigos suyos. Lo pasamos genial, todos eran superagradables y disfrutamos tanto de la comida como de la compañía. Todavía se me hace la boca agua recordando las empanadas de cazón, las caraotas, las arepas y esa carne mechada. La comida estuvo espectacular y me transportó a los años que viví en Isla Margarita.
Gracias a todos y especialmente a Giz